Ciñendo la noche,
oculta en las penumbras,
seguro allí te encuentras,
escribiendo tu ultimo adiós.
Se acerca el llanto desparramando lagrimas,
lentamente caen sobre tu carta, reflejando abrumados silencios.
Se borran tus letras y melodías.
Y como cuando cae el rocío, rendido por el cansancio,
sobre una flor, se enciende el recuerdo de la mañana,
atrayendo sentimientos que aclaran a mis palabras,
dejando solo a mi corazón, diciendo, te quiero.
Leandro Yñiguez - 18/10/2010
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