No hay cosa más triste que el viento que te desdibuja la sonrisa,
y te deja solo la imagen de los labios en una pantomima,
un escenario,
una simple carcajada melancólica y sin expresión,
llena del sabor a mar que escurre por tus mejillas
y cae sobre tu pecho,
diciendo adiós cómo un latido.
No hay cosa más triste que,
un recuerdo aferrado a una ilusión, hecha escombros.
No hay cosa más triste que,
soñar despierto una realidad y, no vivirla.
No hubo cosa más triste que,
decirte adiós y haberme quedado de pie,
observando el rostro desvanecido de tu cuerpo,
cuando TÚ te ibas.
observando el rostro desvanecido de tu cuerpo,
cuando TÚ te ibas.
- Leandro Yñiguez, autor de obras escritas inéditas. 31/7/2012