El sol quema las pestañas de la noche, con el fulgor
de una mañana.
Yaces ausente dentro de tus sueños,
mientras me encuentro al pie de la
cama.
Mis lagrimas tocan tierra de mejillas,
y mis manos lavan melancolía.
El cielo vaga errante en sus alturas,
meditando fuera,bajo el alba.
Como la oscuridad, mi cuerpo queda
exento de la existencia, cuando llegan
las umbras del amanecer.
La memoria, no se guarda en cajones
de extravió,mientras aún sueñes conmigo.
Sé que al despertar,escucharas mi voz
tan solo como al silbar de aullidos.
De la soledad no temas, pues mis alas quedan
contigo, aunque yo tan solo sea ángel de olvido
y tus ojos sean presas, de otro ser querido.
Sinceramente me ha encantado. Me gusta mucho la manera en la que plasmas sensaciones. Desde aquí todos mis ánimos a que sigas escribiendo.
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